El volcán Tungurahua, de 5.010 metros de altura, ubicado a 130 kilómetros de Quito, registró un incremento de su actividad con la expulsión de roca incandescente, ceniza y permanentes bramidos que se escuchan y se sienten desde las poblaciones cercanas, según reportó hoy el Instituto Geofísico.
El monitoreo se mantiene las 24 horas y se ha reforzado con el seguimiento que realiza un satélite de Estados Unidos, informó el Instituto.
Este repunte de actividad, tras unos días de lento descenso de la magnitud de la erupción, provocó que el director del Instituto, Hugo Yépez, exponga ante una asamblea de habitantes de los lugares en riesgo, escenarios de riesgo que, en el peor de los casos, podría llevar a la evacuación general de poblados campesinos y de la ciudad más grande del área, Baños, con 18 000 habitantes.
De todas maneras, por indicación del alcalde Hugo Pineda, Baños realizará este viernes un simulacro de evacuación hacia los refugios temporales.
El volcán inició su proceso eruptivo en 1999 y desde entonces presentó dos fuertes explosiones, en 2006, que dañaron el sistema vial y sembríos agrícolas.
La erupción actual supera en magnitud la de hace cuatro años y se empiezan a hacer balance de los primeros daños.
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